2 de Diciembre: múltiple significado histórico para Cuba

La Habana, Cuba. El 2 de diciembre de 1956 se cumplió una promesa hecha por Fidel al pueblo cubano en 1955, al ser expulsado al exilio en México, cuando dijo: en 1956 seremos libres o mártires. Quiso la historia que 65 años después, falleciera un 25 de noviembre, el mismo día que zarpó de Tuxpan al frente del Yate Granma. Ese día, por tanto, es un punto de reinicio de la lucha armada, pero a la vez, de conexión con otros acontecimientos que se derivan de ella.

En la madrugada del 2 de diciembre de 1956, un grupo de 82 jóvenes liderados por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz desembarcó en Las Coloradas, un apartado rincón de manglares de la actual provincia de Granma, tras una travesía iniciada el 25 de noviembre desde Tuxpan, México, a bordo del yate Granma –con capacidad para apenas 20 personas–, marcando el reinicio épico de la que con rigor histórico debe considerarse como última y definitiva fase de la lucha armada que culmina con el triunfo de la Revolución Cubana el 1ro de enero de 1959. 

El plan original preveía coincidir con el levantamiento armado en Santiago de Cuba del 30 de noviembre, encabezado por el jefe de la clandestinidad del MR-26-7, Frank País, para distraer a las fuerzas del dictador Fulgencio Batista, pero el retraso por el mal tiempo que dificultó la navegación, llevó a un asedio feroz por el ejército y la aviación militar. En ese contexto, cae accidentalmente al mar el combatiente Norberto Collado Abreu, que agudizó el atraso pues Fidel ordenó no continuar hasta encontrarlo y reincorporarlo al grupo; este hecho sentó un precedente muy positivo de confianza en su liderazgo y su dimensión humana.

La feroz persecución se extendió por tres días, hasta que el 5 de diciembre se produjera el desigual bautizo de fuego en Alegría de Pío del naciente Ejército Rebelde, donde a pesar de las numerosas bajas, Juan Almeida Bosque lanzó su grito inmortal: "¡Aquí no se rinde nadie, carajo!", salvando a fuerza de coraje la semilla de la lucha y demostrando por qué llegó a ser uno de los 5 históricos Comandantes de la Revolución (junto a Sergio del Valle, Osmany Cienfuegos, Ramiro Valdés y Guillermo García Frías)

Ante tantas adversidades surgió el Ejército Rebelde, que finalmente se reúne en las montañas de la Sierra Maestra, para combatir incansablemente hasta el derrocamiento de la tiranía. El reencuentro de los combatientes dispersados por los ataques de la tiranía, se produce el 21 de diciembre de 1956 en Cinco Palmas, ayudados por campesinos de la zona que formaban parte de la red clandestina de apoyo, representando otro símbolo de determinación y confianza en la victoria. Allí llegaron los 15 sobrevivientes y es dónde Fidel, con solo dos fusiles, al escuchar el parte de su hermano Raúl Castro, que traía otros cinco fusiles, exclamó: “¡Ahora sí ganamos la guerra!”

Por todo ello, el 2 de diciembre se celebra el Día de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), homenaje imperecedero a esa siembra de los cimientos de la soberanía nacional, continuidad de ese legado de valor y resistencia que hoy defiende la patria ante las nuevas amenazas imperialistas.

Pero esa fecha no podría separarse del 26 de julio de 1953, ya que el ataque a los cuarteles Moncada y Céspedes, liderados por Fidel para retomar la lucha por la definitiva liberación nacional, quedó reflejado en su histórico alegato de autodefensa como la continuidad del legado de los mambises, en especial José Martí. En un pasaje de La Historia Me Absolverá sentenció: “Parecía que el Apóstol iba a morir en el año de su centenario, que su memoria se extinguiría para siempre (…) Pero vive, no ha muerto (…) hay jóvenes que en magnífico desagravio vinieron a morir junto a su tumba (…) ¡Cuba, qué sería de ti si hubieras dejado morir a tu Apóstol!”. 

Por tanto, queda demostrado que el 26 de julio y el 2 de diciembre amplían su significado al estar conectadas a su vez con el Grito de Yara y con el Grito de Baire, como lo patentiza Fidel cuando dice: "En Cuba solo ha habido una revolución: la que comenzó Carlos Manuel de Céspedes el 10 de octubre de 1868 (Grito de Yara) -retomada por José Martí el 24 de febrero de 1895- (Grito de Baire) y que nuestro pueblo lleva adelante". (Cubaminrex / Embacuba Paraguay)

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