El Movimiento de Solidaridad con Cuba está compuesto por 2045 organizaciones en 152 países y lo integran personas de todas las edades y una vanguardia que ha respaldado a la Mayor Isla del Caribe a lo largo de 58 años.
Como un año de intenso trabajo caracterizó Kenia Serrano Puig, presidente del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) el 2016, en declaraciones formuladas en La Habana a medios de prensa nacionales en ocasión de celebrarse el aniversario 56 de la institución y con motivo del advenimiento del primero de enero, día del triunfo de la Revolución.
La también diputada destacó el agradecimiento del mundo a la contribución del líder Fidel Castro a mantener la lucha por las causas justas y señaló que las acciones de solidaridad realizadas en el finalizado año a favor de Cuba estuvieron dedicadas al 90 cumpleaños del Comandante en Jefe, quien fundó el ICAP y promovió la ayuda hacia los países del Tercer Mundo.
«Fueron innumerables los homenajes, se organizaron exposiciones, los amigos encontraron diversas formas de multiplicar el nombre de Fidel en variados soportes, llevarlo a las cimas de las montañas; también se realizaron encuentros, se recogieron anécdotas, todo subrayando la posición de principios de Cuba cuyo arquitecto fundamental es Fidel», agregó Serrano Puig.
La dirigente cubana aseguró que el Movimiento de Solidaridad con Cuba está compuesto por 2045 organizaciones en 152 países y resulta ser heterogéneo, porque lo integran personas de todas las edades y una vanguardia que ha respaldado a la Mayor Isla del Caribe a lo largo de 58 años. Puso como ejemplo los más de 25 000 visitantes de cerca de 60 países, que viajaron a Cuba en los últimos doce meses, convocados por diferentes proyectos de la solidaridad.
Hoy lo caracteriza el redimensionamiento en sus ejes de lucha a partir de alcanzar una contundente victoria con el regreso de Los Cinco héroes (Gerardo Hernández, Ramón Labañino, Antonio Guerrero, René González y Fernando González) y por tanto se plantea una mayor cohesión en sus filas para hacer un frente común a los embates de las corrientes políticas de extrema derecha, en pleno apogeo en gobiernos como Argentina, Brasil, Paraguay y del propio Estados Unidos.
El hecho de perseguir a la ex presidenta argentina Cristina Fernández, de propiciar un golpe parlamentario en Brasil a Dilma Rousseff, y tratar de vincular a Luiz Inacio Lula Da Silva con la corrupción, demuestra los artilugios orquestados contra los gobiernos progresistas, los presidentes democráticamente electos y la persecución a muchos amigos de Cuba, quienes participan en las protestas para exigir sus derechos, aseveró Serrano Puig.
El 2017, la solidaridad hacia Cuba estará presidida por el homenaje al Guerrillero Heroico Ernesto Che Guevara en el aniversario 50 de su vil asesinato en Bolivia, por lo cual se convoca a una brigada de trabajo voluntario para el mes de octubre, que se alojará en el Campamento Internacional Julio Antonio Mella, el cual cumplirá 45 años de fundado.
Igualmente vendrán otros contingentes solidarios en diferentes meses del año, quienes unirán sus voces para exigir la eliminación de la genocida política de bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, aún vigente a pesar de restablecerse las relaciones diplomáticas bilaterales. También para pedir la desocupación del territorio de Guantánamo, donde se encuentra una ilegal base militar, que mantiene abierta una cárcel que práctica la tortura a los convictos.
Figuran entre los retos a alcanzar la inserción eficaz en Internet, la ampliación constante e inclusiva del movimiento de solidaridad con Cuba y la unidad y el rejuvenecimiento de las organizaciones. Esos ejes temáticos movilizarán a los amigos de Cuba en diversas acciones y ejemplificó con el apoyo recibido por el fallecimiento de Fidel Castro ocurrido el 25 de noviembre último y en la semana de homenaje que se le dedicó. Refirió de la llegada de mensajes de tristeza y aliento desde 120 naciones.
«Durante los días de duelo nacional vimos llegar a muchos líderes y personas que viajaron espontáneamente, hay anécdotas preciosas, personas que se endeudaron económicamente y salieron a buscar un avión para llegar a Cuba», acotó la dirigente.
Señaló además: «Nosotros interpretamos que Fidel en esta partida también está dando un campanazo a la solidaridad, de seguir adelante, movilizados, y el movimiento de solidaridad también ha acogido el compromiso de todos nosotros desde Cuba, de no ver a Fidel Castro como un monumento sino desde su obra, su rebeldía, sus ideas, su lucha por las causas justas».
Entre las luchas acompañadas por Cuba señaló la defensa a los pueblos del Sahara Occidental y de Palestina por obtener su soberanía territorial. También por la descolonización de Puerto Rico y de exigir la libertad para el boricua Oscar López Rivera y otros presos políticos. Mencionó el apoyo a los procesos progresistas como la Revolución Bolivariana de Venezuela, la Ciudadana de Ecuador, la construcción del estado plurinacional en Bolivia y la sandinista de Nicaragua.
Llamó a continuar consolidando el proceso de paz proclamado en la II Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) efectuada en Cuba y valoró como en el 2016 se concretaron acciones en ese sentido, porque el territorio de la Mayor de las Antillas sirvió para el diálogo entre religiosos, los acuerdos de paz de Colombia y la visita de muchos presidentes del orbe.
Ella habló de la perdurabilidad del trabajo a favor de la solidaridad con Cuba y por mantener la ayuda hacia el movimiento emancipador en el mundo, porque: «el trabajo nos transforma, el trabajo es un germen para hacer solidaridad, el trabajo es una vía para confraternizar entre los pueblos y es una vía para que los pueblos del mundo nos sigan visitando» (Granma).