Alertó que la pobreza va en aumento, el hambre es cada vez mayor, los precios están disparados, y los desastres climáticos son cada vez más frecuentes.
Hace casi 60 años un grupo de naciones se reunieron para firmar el documento fundacional del G77, y los fundadores se declararon unidos en su determinación de remediar «siglos de injusticia y abandono», expresó António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, al intervenir en la primera jornada de la Cumbre del Grupo de los 77 y China en La Habana.
Guterres señaló que en el convulso mundo actual esta función sigue siendo tan importante como entonces y sus miembros son el motor del desarrollo sostenible.
Añadió que en las últimas décadas los países del G77 y China han sacado a cientos de millones de personas de la pobreza y se han aunado en las Naciones Unidas en la búsqueda de soluciones globales y de solidaridad, sin embargo, ahora, se ven enredados en una maraña de crisis mundiales.
El Secretario General de la ONU significó que la pobreza va en aumento y el hambre es cada vez mayor; los precios están disparados; la deuda es exorbitante; los desastres climáticos son cada vez más frecuentes; los sistemas y los marcos mundiales les han fallado. «La conclusión es clara, señaló, el mundo le está fallando a los países en desarrollo», reconoció.
Puntualizó que para cambiar esto, necesitan una acción nacional para garantizar la buena gobernanza, movilizar recursos y priorizar el desarrollo sostenible; se requiere una acción global, que respete la propiedad nacional, para construir un sistema internacional que defienda los derechos humanos y funcione en beneficio de sus intereses.
Lo anterior, resaltó, requiere que el G77 y China use su voz para luchar por un mundo que funcione para todos.
Comentó que la tarea comienza con el propio sistema multilateral, avanzamos hacia un mundo multipolar que crea nuevas oportunidades de liderazgo en el escenario global, pero por si solo no garantiza ni la paz ni la justicia.
Subrayó que para ello se requieren instituciones multilaterales fuertes y eficaces, pero muchas de las instituciones globales actuales –particularmente el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y las instituciones de Bretton Woods– reflejan una era pasada.
Guterres explicó que ha propuesto medidas para hacer que la arquitectura financiera global sea más representativa y receptiva a las necesidades de las economías en desarrollo.
La Cumbre de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la próxima semana y la Cumbre del Futuro del próximo año son oportunidades reales de avanzar. «Les agradezco su firme apoyo a nuestras propuestas y cuento con su continuo respaldo», apuntó.
En cuanto al tema de la cita que los reúne expresó «la ciencia, la tecnología y la innovación pueden forjar solidaridad, resolver problemas comunes y ayudar a hacer realidad los ODS, sin embargo, hoy en día, con frecuencia exacerban las desigualdades y afianzan las divisiones.
Manifestó que los países más ricos acapararon vacunas contra la COVID-19 mientras la pandemia se extendía desenfrenadamente en el Sur Global; los africanos pagan tres veces el promedio mundial por los datos, mientras que los titanes de la tecnología acumulan una riqueza inimaginable.
El Secretario General de la ONU aprovechó la ocasión para felicitar a Cuba por el exitoso desarrollo de sus vacunas contra la COVID-19, que no solamente han servido al pueblo cubano, sino que ayudaron a otros pueblos víctimas de la desigualdad y el acceso internacional a las vacunas.
Solo una acción global puede abordar estas desigualdades, asegurar una transición justa hacia una economía digital y garantizar que en una nueva era tecnológica nadie se quede atrás. «Nuestro Pacto Digital Mundial propuesto puede lograrlo exactamente», sentenció.
La reunión permitió también aprender de otros y abrió más puertas al mundo, deja sobre la mesa más intercambios. «La cita ha confirmado la solidaridad, admiración, respeto y cariño que profesa la comunidad internacional hacia Cuba», aseguró Benítez Verson.
Añadió que fueron generalizadas las muestras de agradecimiento al pueblo cubano por su hospitalidad, y a la dirección del Gobierno por su liderazgo y por la acertada conducción en las labores del grupo, así como por la vocación solidaria y humanista de la Revolución cubana.