Señora Presidenta:
Expreso profundas condolencias y solidaridad a los gobiernos y pueblos de Jamaica, Haití, República Dominicana, que han sufrido pérdidas de vidas debido al huracán Melissa. También a Panamá, que ha sufrido algunas pérdidas por intensas lluvias y también nuestros mejores deseos a Bahamas y Bermudas.
Hablo en nombre de un pueblo que ahora mismo enfrenta, con escasos recursos, prácticamente sólo con voluntad, unidad y solidaridad, un huracán monstruoso. Como ha dicho anoche el líder de la Revolución cubana, Raúl Castro Ruz, y cito. “...ante este nuevo desafío también saldremos victoriosos.”
Hemos escuchado el discurso infame, amenazador, arrogante, mentiroso y cínico del nuevo Representante Permanente de los Estados Unidos, que no se encuentra en la sala. Así lo esperábamos, sabiendo de dónde viene el personaje y de sus turbios vínculos con el Secretario de Estado, las mafias de contratista militares y la claque política de Miami.
Ayer, desde este podio, dijo que se iba a referir a hechos, pero hizo justamente lo contrario. Solo recordaré lo que él parece ignorar a pesar de sus responsabilidades, o peor, lo que quizás desvirtúa con espíritu mendaz: Las leyes y normas de agresión económica de su país contra Cuba no son ambiguas en cuanto a acciones y ambiciones. Declaran abiertamente en ley la meta de restringir las relaciones comerciales, de inversión y crediticias de Cuba con todos los países. Establecen también, en cuerpo de ley, la obligación de los diplomáticos estadounidenses a cumplir con ese mandato en sus contactos con funcionarios de los gobiernos que ustedes representan.