La resonante victoria diplomática y política que nuestros estados-naciones de la Comunidad del Caribe (CARICOM) ganaron contra el poderoso quinteto de los Estados Unidos de América, Canadá, México, Perú y Panamá en la reunión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) En Washington DC el miércoles 31 de mayo de 2017 puede ser comparado con el triunfo bíblico del puro y principiante David (el pequeño pastor) sobre Goliat, el poderoso guerrero borracho de poder!
El tema en juego era el destino de la República Bolivariana de Venezuela, y tanto los Estados de la CARICOM de David como el "quinteto" de grandes y poderosos estados de Goliat vinieron a la reunión armados con un proyecto de resolución.
El proyecto de resolución de CARICOM se basaba en el entendimiento de que en el centro del conflicto en Venezuela hay un esfuerzo decidido de una élite económica para arrebatar el poder político y el control de los masivos recursos petrolíferos de manos de un gobierno socialista que, por primera vez en La historia de Venezuela - ha estado compartiendo estos recursos con millones de ciudadanos empobrecidos. ¡Nuestros primeros ministros y ministros de Relaciones Exteriores de la CARICOM no son neófitos ingenuos! Y son conscientes de que las ricas fuerzas de la oposición en Venezuela están llevando a cabo una política consciente de orquestadas violentas protestas callejeras que están diseñadas para producir lesiones personales y pérdida de vidas humanas, que a su vez pueden ser ampliadas y utilizadas por los medios occidentales todopoderosos como Una herramienta de propaganda contra el Gobierno de Venezuela. En consecuencia, el proyecto de resolución de CARICOM irradió respeto a la soberanía de Venezuela y exigió el cese inmediato de la violencia, el respeto al estado de derecho y los procesos constitucionales, el respeto absoluto de los derechos humanos y la implementación de un proceso de diálogo en el país .
Este proyecto de resolución justa y de principio cuestionó efectivamente la postura intervencionista del "quinteto de Goliat" y su proyecto de Resolución y condujo a un estancamiento que sólo se rompió cuando los estados de la CARICOM propusieron que se aplazara la reunión y que un esfuerzo Se hagan honestamente discutir y negociar un proyecto de resolución mutuamente aceptable. El "quinteto Goliath" - desesperadamente buscando una manera de salir de una humillante derrota diplomática por un grupo de micro estados - aceptó la propuesta de CARICOM!
Este brillante triunfo diplomático ha puesto de manifiesto al CARICOM en el mejor de los casos - defendiendo principios de derecho internacional tan críticos como el respeto a la soberanía nacional y la independencia; Valientemente hablando de la verdad al poder; Expresando su solidaridad con la lucha universal por la justicia social; Y actuando colectivamente y en unidad.
¡Y así debe ser! Así es como debe ser siempre el pueblo caribeño y sus gobiernos.
De hecho, si hay un pueblo en la faz de la tierra que tiene tanto el derecho como el deber de defender los principios interrelacionados de libertad, independencia, justicia social y dignidad humana, somos nosotros, la gente del Caribe.
Nosotros, después de todo, somos los descendientes de un pueblo que fue sometido a las formas más horrendas de la negación de la libertad, la justicia y la dignidad humana.
Por lo tanto, nuestra historia nos ha preparado y nos ha dado un gran propósito y misión en este mundo turbulento - y debemos cumplimentar cumplidamente ese propósito y misión.
Nosotros, que nunca hemos invadido ningún país extranjero o que jamás hemos cometido actos de asesinato, genocidio u otros crímenes de lesa humanidad, estamos singularmente calificados -moral y de otra manera- para enfrentar a las grandes potencias de este mundo y para hablar de principios que son críticos para La supervivencia de la civilización humana!
Por lo tanto, debemos humildemente y modestamente reconocer y aceptar esto como nuestro deber, un deber que desempeñamos en honor de nuestros antepasados que tanto sufrieron por la causa de la libertad y la dignidad humana. Y por lo tanto, debemos estar siempre preparados para estar decididamente en contra de todos aquellos que tratan de desviarnos de realizar esta misión sagrada que nuestra historia nos ha legado.
En este contexto, por lo tanto, ahora invito a todos los pueblos del Caribe a -con una sola voz- a denunciar a los cuatro ex presidentes centroamericanos que recientemente arrogante y perversamente atacaron públicamente a nuestros gobiernos de la CARICOM por la postura que adoptaron en mayo 31ª reunión de la OEA.
Los ex presidentes en cuestión - Felipe Calderón de México, Oscar Arias de Costa Rica, Mireya Moscoso de Panamá y Alfredo Cristiani de El Salvador - son todos capitalistas doctrinarios multimillonarios que han sido acusados o implicados en "infelicidades" que van desde el Masacre de estudiantes e intelectuales (Cristiani), asesinatos extrajudiciales en una llamada "guerra contra las drogas" (Calderón), escándalos de corrupción (Moscoso) y abusos constitucionales (Arias). Además, tres de ellos proceden de naciones con registros sórdidos de genocidio y crímenes contra la humanidad.
La "Carta Abierta" que tan arrogantemente dirigieron a los líderes políticos de nuestras naciones de la CARICOM es un documento unilateral y extremista que está plagado de medias verdades, distorsiones y mentiras descaradas. Todo ciudadano del Caribe que se respete debería reconocerlo por lo que es, ¡una pieza escandalosa de propaganda derechista, y rechazarla de la mano!
DAVID COMISSIONG, PRESIDENTE DEL MOVIMIENTO CLEMENT PAYNE Y COORDINADOR REGIONAL DEL CAPITULO CARIBE – RED EN DEFENSA DE LA HUMANIDAD