Estimados Ministros y autoridades económicas de la Alianza.
Invitados que nos acompañan:
En la cumbre celebrada el pasado 14 de diciembre en La Habana en ocasión del Vigésimo Quinto (XV) Aniversario de la creación del ALBA-TCP, refrendamos la necesidad de unirnos frente a las amenazas, injerencias y agresiones que sufren nuestros pueblos; reiteramos que la integración es la única vía para enfrentar la hegemonía que ha dejado a la región en una situación de vulnerabilidad y subordinación; y ratificamos el compromiso de construir un modelo alternativo de soberanía económica.
Cumpliendo el acuerdo de la Conferencia de Alto Nivel: la economía post pandemia en el ALBA-TCP celebrada el pasado 10 de junio, tenemos hoy la oportunidad de intercambiar experiencias y delinear propuestas en la Alianza para enfrentar juntos los efectos de la Covid-19, que constituye una amenaza real en el ámbito social y económico de nuestros países. Ante nosotros se avizora una crisis de carácter prolongado que nos afectará como países subdesarrollados que luchan por sobrevivir en medio de un orden internacional injusto y desigual.
No podría ser más oportuna la celebración de este encuentro virtual el día en que se cumplen 15 años de la fundación de PETROCARIBE, iniciativa del Comandante Hugo Chávez Frías, ejemplo de la solidaridad y la cooperación Sur-Sur de Venezuela en el ámbito energético y en otros sectores como el alimentario, lo que ha permitido a los países miembros sortear las dificultades en el suministro de combustibles e invertir recursos para proyectos productivos y sociales. PETROCARIBE ha sobrevivido la hostilidad constante del Imperio contra los países de la Alianza. En la medida de sus posibilidades, Cuba trabajará en el reimpulso de esta valiosa y necesaria iniciativa regional.
En la Conferencia de Alto Nivel el Presidente de la República de Cuba, compañero Miguel Díaz-Canel Bermúdez expresó, y cito:
¨La solidaridad es indispensable y no ha faltado en estos años, pero urge perfeccionar las estructuras institucionales del frente económico del ALBA-TCP para establecer una agenda económica a corto y mediano plazos, diseñar incentivos y trabajar con mayor agilidad y flexibilidad en la identificación de oportunidades y proyectos conjuntos. Tenemos la voluntad política para llevarlo a cabo y la capacidad demostrada de cooperar y complementarnos, todo lo cual puede multiplicarse¨.
Los países del ALBA-TCP debemos avanzar decididamente en el fortalecimiento de nuestra integración económica y el reforzamiento de nuestras acciones de índole social. Constituimos un bastión contra el neoliberalismo porque el centro de nuestra integración es el hombre y no las ambiciones desmedidas del mercado. Construimos en el ALBA-TCP modelos solidarios e incluyentes, comprometidos con nuestros pueblos, aún bajo las agresiones y presiones, los cercos y los bloqueos.
En los últimos meses, hemos estado enfrentando uno de los desafíos más grandes que ha conocido la humanidad. La pandemia de la Covid-19 ha agravado la crisis económica global del capitalismo, provocando múltiples crisis, cientos de miles de seres humanos han perdido la vida. En la actualidad, no es posible predecir con exactitud la dimensión de las consecuencias, que afectan la economía y todas las esferas de la sociedad.
La Covid-19 avanza en América Latina y el Caribe, la región podría convertirse en epicentro mundial de la pandemia. Se han paralizado el comercio, el turismo y las inversiones, nuestras principales fuentes de crecimiento económico, por lo que se agudizan los acuciantes problemas de nuestra región, la más desigual del planeta, incrementándose los niveles de desempleo y pobreza de nuestros pueblos.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha alertado que la pandemia puede provocar la mayor contracción económica de la región en la historia, con un 5,3 % en 2020; insistiendo en que la integración económica es el principal camino para enfrentar esta situación y sus efectos posteriores. Se esperan cambios estructurales en la organización productiva, el comercio internacional y el modelo globalizado actual.
Es el momento de globalizar la solidaridad y de construir un nuevo orden mundial incluyente y de justicia social, con una nueva arquitectura financiera; ha quedado en evidencia la incapacidad del capitalismo, como sistema, para atender las necesidades básicas de los pueblos y de garantizar uno de los más elementales Derechos Humanos. El ejemplo más triste y elocuente es la pobre respuesta que la primera economía del mundo ha dado a esta crisis mundial.
Los Estados Unidos han sido incapaces de enfrentar la situación, no cuentan con un Gobierno organizado que sea responsable de velar por la salud de sus ciudadanos y de involucrar a la sociedad en la adopción de decisiones y en la solución de sus problemas; han sido incapaces de liderar el combate de la pandemia a nivel mundial como han tratado de presentarse ante el planeta. Sin embargo, en lo que va de 2020, aportan el 38 % del total del gasto militar global.
Los cubanos enfrentamos la pandemia en un escenario de recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero, y de la política hostil del Gobierno de los Estados Unidos; se ha obstaculizado el acceso a medicamentos, equipos médicos e insumos de productos que contribuyen a combatir la COVID-19, con medidas que se suman a las que han provocado el desabastecimiento de combustible desde mediados de 2019; limitaciones a las compras de insumos industriales y alimentos; la falta de disponibilidad de divisas y las restricciones al comercio exterior.
En este contexto, hemos trabajado de manera sistemática en función de un Plan Nacional de Enfrentamiento a la COVID-19, con la participación activa de todo nuestro pueblo y las instituciones del país, bajo la dirección del Partido, el Estado y el Gobierno. Hoy, se aprecia un comportamiento más favorable de los efectos de la pandemia en nuestro país, a lo que ha contribuido todo el potencial del sistema de salud, la ciencia y la biotecnología cubanos, integrado por miles de profesionales formados por la Revolución.
Se ha garantizado la salud y las necesidades indispensables de nuestro pueblo en medio de estas adversas circunstancias y se han realizado invaluables esfuerzos para prestar nuestra modesta ayuda a otros pueblos del mundo en el enfrentamiento a la pandemia, como ya señaló el canciller Bruno Rodríguez Parrilla.
A partir de solicitudes de otros Gobiernos, se han enviado 38 brigadas médicas a más de 30 países de América Latina y el Caribe, África y Europa, integradas por 3 mil 440 cooperantes, los que se sumaron a los 28 mil profesionales de la salud que se encontraban en 58 países antes de la COVID-19.
Las campañas anticubanas y de difamación de los personeros de la actual Administración de los Estados Unidos, que intentan desacreditar y obstaculizar la cooperación internacional cubana, con presiones y chantajes, no detendrán los resultados obtenidos por el personal de la salud cubanos, reconocidos de manera tal, que crece una campaña internacional para apoyar que se les otorgue el Premio Nobel de la Paz a nuestros cooperantes.
A pesar de la compleja situación actual, continuamos trabajando en función de alcanzar los objetivos del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030 por el bienestar, desarrollo y prosperidad de nuestro pueblo. Para la recuperación de los efectos de la Covid-19 y el enfrentamiento a la crisis económica, Cuba desarrolla una estrategia dirigida a generar innovación para la transformación económica que necesita el país y a eliminar trabas, cambiar las formas de operar, y gestionar la economía.
En el diseño de la etapa de recuperación, se ha tenido en cuenta cómo se regresa a la normalidad; cómo se evitan los rebrotes y su enfrentamiento; y cómo se reducen los riesgos y vulnerabilidades a las consecuencias de la Covid-19.
En el marco del ALBA-TCP, debemos trabajar en acciones concretas para establecer una agenda económica a corto y mediano plazo, dirigida al desarrollo del comercio, la inversión extranjera y la cooperación internacional entre nuestras naciones y en la región. En ese sentido, nos satisfacen las propuestas de acuerdos contenidos en el proyecto de declaración conjunta que tenemos ante nosotros.
Nuestros países cuentan con potencialidades para consolidar la integración sobre la base de la complementariedad productiva, comercial y financiera; debemos trabajar en ejes y sectores estratégicos comunes, tales como: alimentario; energético; transporte; infraestructura; industria biotecnológica y farmacéutica; agroindustrial; construcción; turismo; servicios profesionales; entre otros.
Para ello, debemos perfeccionar las estructuras institucionales del ALBA-TCP del frente económico, con el fin de diseñar incentivos, trabajar con mayor agilidad y flexibilidad en la identificación de oportunidades y proyectos conjuntos y en su posterior ejecución; así como, para analizar y avanzar de conjunto en la organización y solución de situaciones puntuales del ámbito económico, comercial y financiero que afectan de manera particular a nuestros países o a otros.
La agenda económica a corto y mediano plazo para la integración de los países del ALBA-TCP, debe incluir un componente de comunicación e informatización como estrategia para fomentar el desarrollo de plataformas propias para la conectividad, las telecomunicaciones y las tecnologías de la información, con el fin de potenciar contenidos propios, aprovechando la diversidad y la riqueza cultural de nuestros pueblos.
En la región contamos con la multinacional de televisión Telesur, comprometida con la defensa de la soberanía de nuestros pueblos. Cuba dispone del Canal Caribe, con el objetivo de informar sobre la realidad de nuestra región y promover la cultura de nuestros pueblos.
Debemos potenciar estos medios de comunicación con el objetivo de extender el alcance de su señal en la región y contribuir, como una alternativa más, en la defensa de la verdad y la promoción de valores, ante las campañas de difamación de los medios de comunicación que están servicio del imperialismo.
Debemos diseñar incentivos para impulsar decididamente la cooperación comercial y productiva, la inversión extranjera y la cooperación internacional con el Caribe; así como otras acciones destinadas a conformar el multidestino turístico entre los países miembros, con el desarrollo de circuitos y rutas temáticas, sobre la base de fomentar las industrias culturales y creativas de nuestros pueblos, la infraestructura y la interconectividad del transporte.
La Zona Especial de Desarrollo Mariel, en Cuba, ofrece oportunidades para los inversionistas extranjeros, con incentivos, en un país seguro, estable y capital humano preparado; además de tener una ubicación geográfica importante en la región, la cual puede ser utilizada en beneficio de nuestros pueblos, a partir de alianzas estratégicas y la cooperación con zonas de desarrollo de otros países del ALBA-TCP.
La actividad de cruceros tiene como principal destino turístico el Caribe, lo que constituye un reto y una oportunidad para desarrollar desde la integración, una estrategia y posición común que permita cooperar para incrementar la participación de nuestros países en esta industria.
Asimismo, debemos aprovechar los acuerdos comerciales suscritos entre los miembros del ALBA-TCP y promover el desarrollo de cadenas de valor entre nuestros países, con la participación activa de las industrias locales y las micro, pequeñas y medianas empresas, priorizando la producción de alimentos y el sector agroindustrial.
La situación actual puede verse como un desafío, pero también como una oportunidad para concretar y consolidar acuerdos de compensación económica entre nuestros países.
Otro de los retos que afrontamos es la necesidad de fortalecer un sistema bancario-financiero propio que nos permita enfrentar con soberanía, las sanciones unilaterales, coercitivas y de bloqueo.
Estimados colegas:
Es nuestra responsabilidad aunar voluntades y esfuerzos para enfrentar este inmenso reto y continuar la obra de Bolívar, Martí, Fidel y Chávez.
Impulsemos la integración económica de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. El empeño de todos será decisivo.
Hagámoslo por el derecho a la soberanía, la paz y el desarrollo de nuestros pueblos.
¡Hasta la victoria siempre!
Muchas gracias.
(Tomado de la página web del MINCEX)