La Habana, 24 de enero 2022. El imperio siempre se mira al espejo para buscar faltas que atribuir a otros. En los últimos meses, funcionarios del gobierno de Washington y su Embajada en La Habana se han desgañitado acusando a Cuba de procesar a menores de edad tras los hechos violentos del 11 y 12 de julio de 2021. Pura falacia. En Cuba no se procesa penalmente a ningún menor de 16 años, que es la edad legalmente establecida para tener Carnet de Identidad, votar o enfrentar juicios por delitos cometidos. ¡Qué presenten una sóla prueba de ello!
Más aún; si bien el Código Penal vigente en Cuba establece que "La responsabilidad penal es exigible a la persona natural a partir de los 16 años de edad cumplidos en el momento de cometer el acto punible", también especifica en su artículo 17.1 que " En el caso de personas de más de 16 años de edad y menos de 18, los límites mínimos y máximos de las sanciones pueden ser reducidos hasta la mitad, y con respecto a los de 18 a 20, hasta en un tercio. En ambos casos predominará el propósito de reeducar al Sancionado, adiestrarlo en una profesión u oficio e inculcarle el respeto al orden legal."
Tal pulcro, diferenciado y justo proceder establecido en leyes y practicado por el sistema judicial cubano, está bien distante de la realidad que enfrentan muchos menores en Estados Unidos. Una rápida búsqueda en internet arroja titulares como estos:
Pero esas flagrantes violaciones del derecho infantil no son historia pasada, según reconoce el reciente informe El Estado de los Niños de América® 2021, del Children´s Defense Fund, una organización sin fines de lucro de defensa de los niños, con sede en Washington y oficinas en California, Minnesota, Mississippi, Nueva York, Ohio, Carolina del Sur y Texas.
Una mirada a los hechos que atestigua este reporte permite aquilatar la hipocresía y doble moral del gobierno de Estados Unidos en su insidiosa campaña contra Cuba.
Leamos textualmente:
• ..los niños estadounidenses continúan siendo criminalizados a un ritmo alarmante y las disparidades persisten. Muchos niños, particularmente niños en situación de pobreza; niños de color; niños con discapacidades; niños con problemas de salud mental y abuso de sustancias; niños sujetos a negligencia, abuso y/u otra violencia; niños en cuidado de crianza; y los niños LGBTQ—son expulsados de sus escuelas y hogares hacia los sistemas de justicia juvenil o de justicia penal para adultos.
• En 2019, 696 620 niños fueron arrestados en EE. UU.
• Un niño o adolescente fue arrestado cada 45 segundos.
• Solo durante el año escolar 2015-2016, hubo más de 61 000 arrestos escolares y 230 000 remisiones a las fuerzas del orden público, en gran parte sobrerrepresentadas por estudiantes con discapacidades, estudiantes negros y estudiantes indígenas.
• La priorización de la policía sobre los profesionales de la salud mental en las escuelas a menudo conduce a la criminalización del comportamiento típico de los adolescentes y alimenta el conducto de la escuela a la prisión. Hoy, 14 millones de estudiantes asisten a escuelas con policía pero sin consejero, enfermera, psicólogo o trabajador social .
• 43,580 niños y jóvenes fueron retenidos en colocación residencial en una noche determinada en 2017. Casi 2 de cada 3 fueron colocados en las instalaciones más restrictivas.
• Otros 653 niños fueron encarcelados en prisiones para adultos en una noche determinada de 2019.
• Las disparidades raciales extremas han persistido en los sistemas de justicia penal de menores y adultos. Los niños negros, continúan siendo sobrecriminalizados y sobrerrepresentados en todos los puntos, desde la disciplina escolar y el arresto hasta la sentencia y las ubicaciones posteriores a la sentencia.
• Aunque el 63 por ciento de los niños arrestados en los EE. UU. eran blancos, los niños indios americanos tenían 1,5 veces más probabilidades de ser arrestados y los niños negros tenían 2,4 veces más probabilidades de ser arrestados que los niños blancos .
• En 2018, los jóvenes negros representaron menos del 15 por ciento de la población juvenil total, pero el 52 por ciento de los jóvenes procesados en tribunales penales para adultos . Los jóvenes negros tienen nueve veces más probabilidades que los jóvenes blancos de recibir una sentencia de prisión para adultos, los jóvenes indios americanos/nativos de Alaska tienen casi el doble de probabilidades y los jóvenes hispanos tienen un 40 por ciento más de probabilidades .
• Los niños, los jóvenes con discapacidades y los jóvenes LGBTQ también entran en contacto desproporcionado con los sistemas de justicia penal de menores y adultos.
• Los aproximadamente 44,000 niños encarcelados en todo el país viven con miedo a la COVID-19 y se enfrentan a confinamiento solitario como una forma de distanciamiento social, acceso limitado a EPP, visitas o contacto limitado o nulo con sus seres queridos, y actividades educativas y recreativas limitadas.
Más de la mitad de todos los niños en prisiones para adultos estaban detenidos en siete estados:
Florida, Carolina del Norte, Arizona, Connecticut, Texas, Ohio y Nueva York
Informe El Estado de los Niños de América® 2021