Dakar, 28 de enero de 2025.
Hola a todos los amigos de Cuba:
El líder de la Revolución Cubana, Raúl Castro Ruz, y el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, encabezaron anoche en La Habana un homenaje al Héroe Nacional José Martí, en ocasión del 172 aniversario de su natalicio, fecha que aquí conmemoramos.
Raúl y Díaz-Canel, junto a otros miembros de la dirigencia política y gubernamental de Cuba, encabezaron el primer grupo de cubanos que se congregó en la escalinata de la Universidad de La Habana para participar en la tradicional Marcha de las Antorchas.
Bajo el lema «Un fuego siempre joven», les acompañaron representantes de la Federación Estudiantil Universitaria y de la Unión de Jóvenes Comunistas, así como participantes en la VI Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo.
La peregrinación estuvo dedicada al 130 aniversario de la caída en combate de Martí y al 72 aniversario de la Primera Marcha, así como a la impronta de la llamada Generación del Centenario, encabezada por el líder histórico de la revolución cubana, Fidel Castro Ruz (1926-2016), quien expresó en fecha similar y cito: « El mayor monumento de los cubanos a su memoria es haber sabido construir y defender esta trinchera, para que nadie pudiera caer con una fuerza más sobre los pueblos de América y del mundo ».
Marchas similares se organizaron en todas las provincias y municipios del país, durante las cuales las nuevas generaciones ratificaron su apoyo al proyecto social, económico y político de Cuba.
También reiteraron su rechazo a la hostilidad del gobierno de Estados Unidos hacia Cuba, en particular su reincorporación a la lista unilateral de Washington de Estados patrocinadores del terrorismo.
En este momento histórico, cuando el mundo se enfrenta al peor rostro de la humanidad, siempre es oportuno evocar a Martí, que dijo: «Cuando hay muchos hombres sin decoro, hay siempre otros que tienen en sí el decoro de muchos hombres. Esos son los que se rebelan con fuerza terrible contra los que les roban a los pueblos su libertad, que es robarles a los hombres su decoro. En esos hombres van miles de hombres, va un pueblo entero, va la dignidad humana».
A pocas horas del inicio de su mandato, el presidente de Estados Unidos ha demostrado que sus decisiones dependerán una vez más de sus caprichos. A las polémicas medidas de su primer día de mandato, decidió añadir una nueva infamia: revocar la exclusión de Cuba de la lista de presuntos Estados patrocinadores del terrorismo, firmada por Joe Biden unos días antes.
La comunidad internacional volvió a pronunciarse en contra de esta nueva medida, reclamando la normalización de las relaciones y el levantamiento total del bloqueo económico, comercial y financiero por parte de Estados Unidos.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, ALBA-TCP, también rechazó la revocación de la exclusión de Cuba de la lista de Estados presuntamente favorables al terrorismo. En un comunicado, calificaron este acto de «prepotencia dirigida a perjudicar gravemente al noble pueblo cubano», al tiempo que exigieron la eliminación de la nación de la lista, «hecha a la medida de la ideología del imperialismo».
Al respecto, me permito compartir con ustedes la Declaración del Gobierno Revolucionario:
Arremete el presidente estadounidense Donald Trump contra Cuba desde el primer día y sin ningún pretexto. La decisión de restablecer las férreas medidas de guerra económica contra Cuba, que su predecesor eliminó solo días antes, es demostración de la agresividad del imperialismo estadounidense contra la soberanía, la paz y el bienestar de la población cubana. Entre ellas está la inclusión de nuestro país, nuevamente, en la lista arbitraria de Estados que supuestamente patrocinan el terrorismo, designación que evidencia un desprecio absoluto a la verdad.
Esto no sorprende. La declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores del 14 de enero ya advertía: “que el gobierno de ese país podría revertir en el futuro las medidas hoy adoptadas, como ha ocurrido en otras ocasiones y como muestra de la falta de legitimidad, ética, consistencia y razón de su conducta contra Cuba”. También afirmó que “los políticos estadounidenses no suelen detenerse en encontrar justificación…”. Así se gobierna en ese país.
Trump ha interpretado su llegada al poder como la coronación de un emperador. Su ambición abarca, solo para empezar, la conquista de Canadá, la usurpación de Groenlandia, el cambio de nombre del Golfo de México y el despojo a los panameños de su canal. La hegemónica Doctrina Monroe y el Destino Manifiesto, que a golpe de sangre y fuego se impusieron en América Latina y el Caribe, son la guía del nuevo equipo de gobierno.
A él se asocian los grupos y políticos que han hecho de la agresión a Cuba un modo de vida, han lucrado durante décadas del negocio anticubano y comparten hoy la embriaguez del nuevo mandatario. Todos tienen una alta responsabilidad en la difícil situación económica del país y en el aumento del flujo migratorio de Cuba hacia los Estados Unidos.
Este nuevo acto de agresión del gobierno de Estados Unidos contra el pueblo cubano muestra, una vez más, el objetivo verdadero, cruel, despiadado de estas y tantas otras medidas de cerco y asfixia, que con fines de dominación se aplican contra Cuba. Constituye la reacción de impotencia frente a la incapacidad de doblegar nuestra voluntad y ante el respeto, simpatía y apoyo que concita la Revolución entre los pueblos del mundo.
El bloqueo económico, su reforzamiento y las nuevas medidas agresivas continuarán pesando, con efecto muy dañino, sobre nuestra economía, el nivel de vida, las potencialidades de desarrollo y legítimos sueños de justicia y bienestar del pueblo cubano, como ha sido en los últimos años.
No nos van a desviar del rumbo socialista, del empeño en recuperar la economía, de fomentar la mayor solidaridad, creatividad, talento, espíritu de trabajo, y de defender como un bastión inexpugnable la libertad, la independencia, la soberanía y el privilegio de construir un futuro sin injerencia extranjera.
El pueblo de Cuba agradece las múltiples expresiones de respaldo y solidaridad recibidas de todas partes del mundo, de gobiernos, cubanos residentes en el exterior, parlamentos, organizaciones políticas, religiosas, sociales y de figuras políticas de Estados Unidos y de otros países.
Nadie debe llamarse a engaño. El pueblo cubano se expresó con clara determinación y fuerza en la marcha del pasado 20 de diciembre. Aquí prevalece la convicción de que CUBA VENCERÁ.
PATRIA O MUERTE, VENCEREMOS. -Fin de la Declaración.
(APLAUSOS)
EmbaCuba Senegal-Minrex