¿Por qué el 20 de octubre es cultura, cubanía, emancipación?

Asunción, Paraguay. Cada 20 de octubre en Cuba celebramos el Día de la Cultura, una fecha profundamente ligada al inicio de las gestas independentistas y a nuestra identidad nacional. En este día, se conmemora el momento histórico en que Pedro "Perucho" Figueredo dio a conocer la letra del Himno de Bayamo, que es hoy el Himno Nacional de Cuba, mientras las tropas mambisas lideradas por Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, tomaban la plaza de San Salvador de la Ciudad de Bayamo en 1868, hoy declarada Ciudad Monumento Nacional.

Esta efeméride no es solo una fiesta, sino una reafirmación de lo que significa ser cubano: defender nuestras tradiciones, promover nuestra herencia cultural y mantener viva la esencia que nos une como pueblo. La cultura cubana es reflejo de nuestras luchas, valores y sueños, y hoy más que nunca es un baluarte para preservar nuestra identidad frente a los retos del presente.

Perucho Figueredo fue el compositor del Himno de Bayamo, que se convirtió en el Himno Nacional de Cuba. Según la versión del historiador cubano Ramiro Guerra, a mediados de agosto de 1867, durante una reunión en la cual también participaron Francisco Maceo Osorio y Francisco Vicente Aguilera, convinieron en la necesidad de componer un himno que, a semejanza del himno francés “La Marsellesa”, enardeciera los ánimos. 

El 8 de mayo de 1868, Figueredo le solicita al músico bayamés Mario Muñoz Cedeño la orquestación de aquella marcha, canto épico que se distanciaba de los himnos con perfiles sacros, himno de guerra y de victoria que debía llamar al combate y exaltar el sentimiento patrio. El 11 de junio de 1868 logró Figueredo que se tocase en la Iglesia Mayor de Bayamo. Catorce meses después de creada la melodía de nuestro himno, Figueredo le incluye la letra, que ocurre así:

El 10 de octubre de 1868 se inicia la Revolución (el hacendado Carlos Manuel de Céspedes protagoniza el Grito de Yara, llama a iniciar la guerra por la Independencia y libera a los esclavos, quienes se suman a los combates) y diez días después, el 20 de octubre, lidera las fuerzas insurrectas y se toma Bayamo. En medio de la alegría y el bullicio de las tropas rebeldes, mezclada con la muchedumbre jubilosa, al lado de Carlos Manuel de Céspedes y otros patriotas, y en medio de los gritos que solicitaban la letra de aquel himno, Figueredo sacó lápiz y papel de su bolsillo y cruzando una pierna sobre la montura de su caballo escribió la letra que, copiada de mano en mano, a coro con la música, se cantó por primera vez por todos los que allí participaban. 

A partir de entonces sus notas presidieron todos los actos del movimiento independentista y ha llegado hasta hoy, como la expresión del carácter patriótico de nuestro pueblo. Así surgió en labios del pueblo y dentro de los combates iniciales por la liberación, el Himno Nacional de Cuba.

Celebrar este día es rendir tributo a quienes lucharon por nuestra libertad y reconocer que la cultura es el alma viva que sostiene nuestra nacionalidad. Porque, además, el transcurso de la guerra aporta otros valores patrios. Céspedes fue elegido Presidente de la República en Armas. Tuvo que enfrentarse a situaciones extremadamente difíciles, como cuando su hijo Oscar fue capturado por las tropas españolas. 

Entonces se le intentó chantajear al señalarle que su hijo no sería fusilado si él deponía las armas. Y Céspedes contestó: “Oscar no es mi único hijo, soy el padre de todos los cubanos que han muerto por la Revolución.” Es por esa actitud que los cubanos lo proclamaron el Padre de la Patria.

Y siguiendo esa línea ascendente de nuestra historia, como esa primera contienda militar de 10 años (1868-1878) no logra el triunfo sobre el Ejército Español, le sucedió la llamada Guerra Chiquita (1879-1880), un levantamiento organizado por el General mambí Calixto García, que fracasó debido a la falta de recursos y débil organización. Ese conflicto, aunque breve, demostró la voluntad de los patriotas cubanos de seguir luchando por la independencia. Así fue como se llega al tercer intento, que pasa a la historia como la Guerra Hispano-Cubana-Norteamericana (1895-1898), dirigida por José Martí; y a pesar de la derrota infringida a España y lograr la independencia de Cuba, se frustró por la posterior ocupación militar estadounidense (1898-1902). 

Así comenzó la lucha contra el neocolonialismo yanqui y Cuba brinda otro ejemplo de lucha, resistencia y voluntad por preservar su independencia e identidad nacional, pues siendo el último país en liberarse del yugo colonial español, se convirtió en el primero en hacerlo del modelo neocolonial yanqui. Por eso es un orgullo de nuestra identidad la afirmación de que nuestra Revolución es una sola, la que inició Céspedes y culminó Fidel con el triunfo definitivo el 1ro de enero de 1959.

A manera de resumen, sirvan estas frases escogidas de varios cubanos célebres sobre esa cultura emancipadora que nos propició nuestra identidad e independencia, como tributo a nuestro Día de la Cultura Nacional.

Carlos Manuel de Céspedes: "El poder de España está caduco y carcomido ¡Levantémonos! "Cuba no solo tiene que ser libre, sino que no puede ya volver a ser esclava". ¡Independencia o Muerte!

José Martí: “Ser bueno es el único modo de ser dichoso. Ser culto es el único modo de ser libre”.

Juan Marinello: “El cubano debe ser fiel activista de la revolución socialista (…) la tradición progresista es un ingrediente más de nuestro mosaico cultural”.

Miguel Barnet: “La más bella obra de la nación cubana es la Revolución que es a su vez un acto poético, o el acto poético más grande de nuestra historia”. 

Abel Prieto: “Cultura emancipadora afianzada es el único antídoto contra la maquinaria colonizadora".

Roberto Fernández Retamar:  Vinculó la cultura emancipadora a la idea de Calibán; representa la identidad latinoamericana frente a la cultura occidental. “Para la emancipación hay que despojarse de la dominación no solo económica o política, sino también cultural”.

Nicolás Guillén: Su obra poética es reflejo de la lucha por la emancipación cultural y social en Cuba. Sus versos en Motivos de Son y Sóngoro Cosongo celebran el mestizaje y la riqueza de la cultura afrocubana y son un grito de protesta contra la opresión y la discriminación. Reivindicó la cultura negra dentro de los procesos de mestizaje y transculturación, en lo que denominó el «color cubano», ni negro ni blanco: mestizo, rasgo distintivo de toda Latinoamérica.

Fidel Castro Ruz: “Sin cultura no hay libertad posible”. “La cultura es escudo y espada de la nación. Escudo porque protege nuestros principios, valores e identidad, y espada porque lleva la verdad de Cuba muy lejos (...) La suma de todas nuestras culturas sería una enorme cultura (…) La integración debe enriquecer la cultura de cada uno de nuestros países”. (Cubaminrex / Embacuba Paraguay)
Fuentes: Historia de Cuba, 1492-1898; formación y liberación de la nación / Eduardo Torres Cuevas y Oscar Loyola Vega. C. Habana, Editorial Pueblo y Educación, 2002. 404 págs. Ilustradas. Además, se tomaron datos de Cubadebate. (Cubaminrex / Embacuba Paraguay)

 

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