En el texto los firmantes refieren como a pesar de los daños infligido por esa política a los largo de casi 60 años, la isla llevó adelante una serie de cambios y procesos gracias a los que exhibe indicadores de desarrollo reconocidos por organismos internacionales en áreas como la educación, la salud, la investigación y cooperación científica, la esperanza de vida, entre otros.
También hacen referencia a momentos históricos en los que la hostilidad de Estados Unidos hacia Cuba sobrepasó todo sentido común como la invasión militar de Playa Girón o el reforzamiento del bloqueo con la incorporación de la Ley Helms-Burton, que recrudece notablemente esa política.
Sin embargo, señalan quienes firman el pronunciamiento, los cubanos responden con sabiduría, dignidad, sin ceder en sus principios, y sin renunciar al internacionalismo.
Recuerdan además que en el último año Washington incrementó la hostilidad hacia La Habana implementando nuevas medidas dirigidas a asfixiar económicamente a la Revolución Cubana.
Por todo lo anterior, coinciden, Cuba no puede estar sola, al tiempo que rechazan todo tipo de agresión contra la isla y el resto de Latinoamérica.
También llaman a fortalecer todos los mecanismos de solidaridad y a redoblar esfuerzos con las campañas informativas para desmentir todo lo que sobre Cuba se dice en los grandes medios de información.
Además apoyar una vez más la resolución ante la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas que exige el cese del bloqueo, y lograr que el próximo Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo, a efectuarse en La Habana en noviembre, sea una plataforma de denuncia y de solidaridad de y con los pueblos del mundo.
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