La Habana, Cuba. El dictador Donald Trump acaba de firmar la prórroga hasta el 14 de septiembre de 2026, de la Ley de Comercio con el Enemigo (TWEA), por sus siglas en inglés, contra Cuba, tal y como establece la decisión del Congreso de Estados Unidos de 1977, que permite la continuación temporal de la autoridad presidencial, para mantener las sanciones económicas a países en consecuencia de una “emergencia nacional”, declarada por el presidente antes del 1 de julio de 1977. Ver artículo íntegro del periodista Arthur González, de la plataforma Razones de Cuba.
Desde 1978, todos los presidentes estadounidenses han emitido memorandos presidenciales que amplían la aplicación de la TWEA durante el período de un año contra la Isla. La situación de “emergencia nacional” respecto a Cuba, se basa en la justificación política de ser un interés nacional de los Estados Unidos, a pesar de que Cuba no representa amenaza alguna para ellos.
En septiembre de 2008, el presidente George W. Bush firmó un memorando para que se continuara su aplicación durante 1 año más, hasta el 14 de septiembre de 2009, conforme a las Regulaciones al Control de los Activos Cubanos, (CACR, por sus siglas en inglés) de 1963, 31/C.F.R. sección 515, donde se expresa: “El objetivo de las sanciones es aislar económicamente al gobierno cubano y privarlo de dólares estadounidenses”.
La Ley de Comercio con el Enemigo le fue aplicada a Cuba el 19 de octubre de 1960 por el presidente Dwight Eisenhower, dando inició a la guerra económica, comercial y financiera. Es la única, de la compleja madeja de leyes que la conforman, que aún permanece en manos del presidente, quien puede eliminarla cuando lo desee.
En febrero de 1962 J.F. Kennedy firmó el Decreto N0 3447 Resolución Federal N0 1085, que establece el “Embargo sobre el comercio con Cuba, aunque la Ley de Comercio con el Enemigo, aprobada en 1917, fue la que impuso la prohibición de todas las transacciones comerciales o financieras, incluidas las relativas a viajes, transportes o negocios, en tiempos de guerra o cuando se haya declarado una “emergencia nacional”, relacionada con un país específico, ley de la que poco se habla y es la base de las demás leyes que sancionan al pueblo cubano.
Ahora la prensa solo informó que: “Pese a las sanciones, Estados Unidos renueva hasta el 14 de septiembre 2026, las licencias para exportaciones a Cuba”, cuando en verdad lo que se extienden son las sanciones contempladas en dicha Ley, que pretenden estrangular económicamente al pueblo cubano, siguiendo las recomendaciones del entonces subsecretario de Estado Lester D. Mallory, del 6 de abril de 1960, quien planteó entre otras cuestiones:
“[…] “El único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución es a través del desencanto y el desaliento, basado en la insatisfacción y las dificultades económicas” … “Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”.
Anualmente, antes del 14 de septiembre, los presidentes de turno en la Casa Blanca deben firmar la prórroga de la Ley de Comercio con el Enemigo contra Cuba, por otro año, siendo la única nación a la que el régimen de Estados Unidos le aplica dicha ley. El presidente Joe Biden primeramente firmó la prórroga hasta el 14 de septiembre de 2024 y por segunda vez hasta septiembre de 2025.
Las licencias a las exportaciones de alimentos también están contempladas como excepción en la llamada Ley Helms-Burton de 1996 y fueron aprobadas en el año 2000 después del paso devastador de un huracán por la Isla al pretender Estados Unidos hacer donaciones a Cuba, pero el Cdte Fidel Castro respondió que, en vez de regalar, se le permitiera comprarlos y de ahí se derivaron las primeras ventas de alimentos y algunos productos agrícolas a Cuba, lo que se materializó a partir de diciembre de 2001, siempre bajo licencias especiales y con el pago en efectivo por adelantado, antes de que los productos sean descargados en puertos cubanos.
En 66 años del criminal Bloqueo yanqui nada ha cambiado, pues el objetivo es el mismo que perseguía Lester Mallory y la Operación Mangosta aprobada por el Consejo de Seguridad Ampliado en noviembre de 1961.
Recordemos que en dicha Operación se enfatiza: “La acción política será apoyada por una guerra económica que induzca al régimen comunista a fracasar en su esfuerzo por satisfacer las necesidades del país, las operaciones psicológicas acrecentarán el resentimiento de la población contra el régimen y las de tipo militar, darán al movimiento popular un arma de acción para el sabotaje y la resistencia armada en apoyo a los objetivos políticos”.
Después que digan que el Bloqueo no existe y que el socialismo es la causa de las penurias de los cubanos. Si eso es así ¿Por qué insisten en continuar con sus leyes y el interés de la CIA en reclutar a funcionarios en la esfera de la economía para entorpecer el desarrollo de Cuba?
Atrévanse a eliminarlas y veremos quién tiene la razón. Razón tiene José Martí al afirmar: “El mundo se echará sobre los que quieren desposeer a sus iguales”.
Autor: Arthur González, Razones de Cuba. (Cubaminrex / Embacuba Paraguay)