El colectivo de la Embajada de Cuba en Siria realizó una visita de trabajo a la ciudad central de Homs.
Durante el recorrido, el embajador Miguel Porto Parga sostuvo un fraternal encuentro con el gobernador Talal Barazi, quien informó acerca del proceso de reconstrucción en esta provincia, la cual en la actualidad está completamente liberada de terroristas y en plena fase de recuperación económica, reanimación de la ciudad y normalización de la vida de los habitantes de esta histórica provincia, la más grande en superficie territorial del país.
Por su parte, el embajador Porto explicó acerca del recrudecimiento del bloqueo de EEUU contra Cuba, Siria, Venezuela, Irán y otros países que se niegan a doblegarse a los designios del imperio y resisten en la defensa de su soberanía, autodeterminación e integridad territorial.
La visita incluyó recorridos por el centro histórico de la ciudad de Homs, la mezquita más antigua de Siria, el mercado popular reconstruido, y la Iglesia del Sagrado Cinturón de la Virgen María, una de las iglesias más antiguas del mundo. Además fue visitado el majestuoso castillo Crac de los Caballeros, antigua fortificación que fue conquitada por diversos imperios a lo largo de la historia.
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Hoy la provincia de Homs vive una nueva realidad a la del 2013, cuando inició la agresión de los terroristas contra ese poblado, donde muchas familias perdieron al menos uno de sus seres queridos y se vieron obligados a desplazarse principalmente al interior del país, otros al Líbano y a zonas fronterizas con Turquía.
Sus pobladores sufrieron la agresión de los grupos extremistas, el asedio constante de morteros y los atentados con coches bombas y suicidas en las vías principales de la ciudad cabecera; además la destrucción y el saqueo del patrimonio invaluable que se encuentra en la provincia la cual agrupa en su geografía lugares milenarios como Palmira, centro histórico con huellas de la evolución de distintas civilizaciones humanas.
En Homs, la mayor provincia siria ubicada en centro del país, los principales caminos desde varias provincias se unen o atraviesan esta región, en sus más de 43 mil kilómetros cuadrados de superficie. Allí, además, confluyen una diversidad de creencias religiosas y convivencia de sectas confesionarias tanto cristianas como musulmanas, así como etnias minoritarias entre la población, como los armenios, turcomanos, asirios y circasianos.
Estos elementos convierten a Homs en un ente importante de diversidad cultural y que caracteriza a los pobladores por su libertad; así expresó el gobernador Talal Barazi durante un intercambio con miembros de la Embajada de Cuba en Siria.
Barazi quién en 2013, en pleno conflicto, asumió el cargo como gobernador, ofreció detalles de los proyectos para la recuperación de las instituciones y edificaciones en la provincia, pues desde su liberación se iniciaron las reparaciones en el casco antiguo de la cuidad; en algunas zonas pobladas de Palmira y en el Crac de los Caballeros; así como en otras áreas de importancia al norte de la provincia donde los grupos armados extremistas mantuvieron su ocupación hasta el año 2018.
Afirma el gobernador que también fue muy importante la salida hacia Idleb, de los terroristas que estaban al norte de Homs y que no accedieron a las negociaciones de reconciliación propuestas por el gobierno sirio. Esto permitió salvar de ser destruida, el 90% de esta región, a donde actualmente están volviendo sus pobladores.
La restauración de los servicios fundamentales ha facilitado el retorno paulatino de los desplazados y refugiados, los cuales en un 70% regresan desde el interior del país; mientras que el resto han ido regresando casi diariamente del Líbano, Turquía o de la provincia de Idleb.
Además se reabrió la autopista Homs-Hama en el 2018, lo cual facilitó el tránsito y traslado por estas provincias, el retorno de los familiares y la reapertura de escuelas y negocios.
“Al final hemos derrotado el complot de la guerra”, expresó el gobernador, y agregó que con ello ha triunfado el ejército sirio y las zonas han sido liberadas.
“Siria ha sido blanco del bloqueo y de sanciones económicas, la cual bien pudiera denominar la ONU como una crisis de guerra provocada por EEUU y Occidente”. Comentó además que al retener equipos médicos, alimentos y derivados del petróleo, están cometiendo un asesinato contra el pueblo sirio.
El embajador Miguel Porto Parga coincidió que estas medidas económicas unilaterales como las sanciones constituyen un acto genocida que afecta directamente a los pueblos.
Recuperación: El zoco, las calles, las mezquitas, las iglesias y su gente.
En un breve recorrido por la ciudad se puede constatar la recuperación, pues desde el 2016 se iniciaron proyectos para la restauración de sitios históricos, instituciones y otras edificaciones.
En ese mismo año comenzó a funcionar nuevamente la terminal de ómnibus y se reactivaron los festivales culturales que tradicionalmente se celebran a lo largo de la provincia, en Palmira y en el Crac de los Caballeros, emblemático lugar reconocido como Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO desde 2006, donde se han realizado 6 festivales culturales desde su liberación.
En lo que va del año 2019 se celebró el primer festival turístico en la provincia y varios periodistas han realizado recorridos, en localidades como Palmira.
El trabajo en proyectos en la Homs del futuro, está en las manos de jóvenes arquitectos y restauradores, el cual se extenderá hasta el año 2025 en diversas localidades, muchos de los cuales ya están aprobados por el Ministerio de Viviendas sirio.
Otras de las edificaciones que se aproxima a finalizar su reconstrucción, es la mezquita más antigua de Siria, la Gran Mezquita de Al-Nuri, tal y como delatan las piedras y el estilo arquitectónico, que se han propuesto mantener dentro de las obras de restauración; ya culminó completamente la sala principal de oración.
A 600 metros de esta mezquita, se encuentra la Iglesia del Sagrado Cinturón de Santa María, una de las iglesias más antiguas del mundo, que data del año 59 d.C.; ubicada en una posición subterránea debajo de la capilla de la actual iglesia dedicada a la virgen María, perteneciente a la Iglesia ortodoxa siria.
Allí se mantienen ya restauradas imágenes religiosas que fueron destruidas parcialmente por los terroristas que lograron acceder al lugar cuando entraron a la ciudad. Además se ha completado la restauración del lugar donde también habitan huérfanos de la comunidad, muchos de ellos hijos de mártires, que estudian teología, historia y arte.
Uno de los principales escenarios culturales en la cercanía de la ciudad de Homs es el Crac de los Caballeros donde tanto en la actualidad como antes del inicio del conflicto, ha sido plaza de festivales culturales y de intercambios de sirios y extranjeros con su historia.
“Salimos del trabajo un día de febrero del 2012 y no regresamos más hasta el 2014”; recuerda su directora administrativa cuando rememora el momento en que volvió al castillo y vio que se había convertido en uno de los centros de operaciones de los armados durante el tiempo en que estuvo ocupado, pues la posición estratégica del lugar, que posee elevaciones en su interior de hasta más de 3 metros, además de numerosas locaciones, constituía un refugio seguro para los terroristas.
El Castillo de los Caballeros, a 650 metros por encima del nivel del mar, es uno de los puntos elevados en la campiña del oeste de Homs, donde el verdor es notorio y la humedad es abundante. Allí desde el siglo XI, diversas civilizaciones como los templarios, los mamelucos y los otomanos, que controlaron el castillo a lo largo de su historia y en su interior, se podían apertrechar hasta 3 mil soldados y 400 caballos, en una extensión de 23.800 m2. Podían mantenerse con las condiciones necesarias debido a que fue diseñado en cuanto a su seguridad, distribución de lugares para los animales; además de locales para las celebraciones religiosas.
Como parte del proceso de reconstrucción del castillo, desde el año 2016, un grupo de restauradores, liderados por arquitectos e ingenieros sirios, con la cooperación de organismos internacionales y de expediciones arqueológicas de varios países, entre ellos Hungría, han descubierto otros locales que formaban parte de las actividades domésticas.
Esta labor se realiza en medio del ambiente que a pesar de los años y de la ocupación armada, mantiene el lugar. Diversos estilos arquitectónicos confluyen como es el caso del estilo gótico único en la región árabe, que se encuentra en la antesala de uno de los salones más importantes del castillo, que se supone era para la cena y reposo de los jinetes oficiales o de mayor rango entre los militares; según explicó Hassen Hanna, uno de los arquitectos que trabaja en el castillo.