Discurso pronunciado por Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, en la clausura de la VI Conferencia Internacional por el Equilibrio del Mundo.
Queridas amigas, queridos amigos, martianas y martianos que batallan por el equilibrio del mundo con las armas de las ideas, las únicas capaces de salvar y emancipar a los seres humanos:
Quiero empezar por agradecerles su participación, entusiasta y aportadora, en este evento que convoca un hombre de 172 años que, sin embargo, no es un hombre viejo: José Martí es un hombre eterno, algo que no necesita explicarse en Cuba, porque lo sentimos por todas partes.
Y necesita explicarse menos ante un auditorio como este, porque justamente de esa eternidad que convierte a José Martí en un contemporáneo nuestro, pero también de las niñas y los niños que están por nacer, es de lo que más han hablado ustedes en estos días martianos en La Habana.