Tokio, 28 de abril.- Una vez más el anfiteatro del Uenokoen en la capital nipona quedó desbordado por la presencia de un entusiasta público de seguidores de la música cubana en Japón, haciendo realidad el valor de la cultura como puente que une a los pueblos más allá de distancias geográficas, barreras lingüísticas y culturales.