Señor presidente:
Ante todo, permítame felicitarlo por su elección para presidir nuestras labores, y asegurarle el apoyo de mi delegación. Reitero también el compromiso de Cuba con el mandato de este Grupo de Trabajo.
Señor presidente:
A 20 años de la adopción de la Declaración y el Programa de Acción de Durban, están muy lejos de alcanzarse los objetivos trazados para la lucha contra todas las formas de racismo, discriminación racial, xenofobia y otras formas conexas de intolerancia.
Señor Presidente:
Cuba reitera su posición de principios respecto a los ejercicios selectivos y politizados contra países específicos en materia de derechos humanos, que no cuentan con el consentimiento del Estado concernido, y que solo pretenden singularizar a naciones con evidentes objetivos geoestratégicos.
El camino más efectivo para la promoción y protección de los derechos humanos no es este que se quiere imponer.
Señor Presidente:
Reiteramos nuestro rechazo a la manipulación de los derechos humanos con fines políticos, así como la presentación de resoluciones sobre países específicos que no cuenten con el apoyo del Estado concernido.
Debe abandonarse la agenda intervencionista y trabajarse seriamente para encontrar una solución a la situación en Siria, poniendo en primer lugar el derecho de su pueblo a la autodeterminación y a la paz.
Señor Presidente:
Reiteramos nuestro rechazo al uso de los mecanismos de derechos humanos para incentivar la política de hostilidad contra el pueblo y el gobierno venezolanos.
Notamos con preocupación que el espíritu constructivo mostrado por las autoridades venezolanas fue ignorado por los copatrocinadores del proyecto de resolución L.41. De esa manera, perdieron la oportunidad de demostrar que los mueve una genuina preocupación por la promoción de los derechos humanos y no la politización.