La Habana, Cuba. En la reciente sesión del Consejo de Estado se debatió sobre la relevancia del proceso de estudio y análisis del Programa de Gobierno que el Partido ha impulsado como hoja de ruta para la construcción del socialismo en tiempos de “economía de guerra”. Los fundamentos, objetivos y alcances del denominado <Programa de Gobierno para Corregir Distorsiones y Reimpulsar la Economía>, son objeto de estudio popular entre el 15 de noviembre y el 30 de diciembre a nivel de todas las organizaciones de base del Partido, la juventud (UJC), los trabajadores (CTC) y sus Sindicatos Nacionales, los campesinos (ANAP) y los estudiantes universitarios (FEU).
El primer ministro, Manuel Marrero Cruz, informó acerca del cumplimiento e impacto de las medidas del Programa de Gobierno hasta la fecha, donde constituye una prioridad de trabajo en la etapa la recuperación tras el impacto del huracán Melissa. Señaló que los responsables de los objetivos generales del 6to. al 10mo. del referido Programa rendirán cuenta en esta ocasión, respectivamente, sobre la marcha de su implementación; con vistas a continuar robusteciéndolo con los criterios emitidos en este análisis.
Los integrantes de este órgano abordaron en profundidad cuánto se ha avanzado y cuánto resta por hacer, en los objetivos generales relativos al perfeccionamiento de la gestión de Gobierno, la defensa y seguridad nacional; y a consolidar y desarrollar las políticas sociales, garantizando la protección a personas, familias, hogares y comunidades en situación de vulnerabilidad.
Sobre este último tema; el vice primer ministro, Eduardo Martínez Díaz, resaltó la existencia de 13 políticas vigentes en el país, que se materializan en más de 30 programas sociales; la constitución de la Comisión Nacional de Atención Integral a las Políticas Sociales, las comisiones provinciales y municipales, así como el funcionamiento de los grupos de trabajo en la demarcación del consejo popular en todo el territorio nacional. Asimismo, compartió las acciones dirigidas al fortalecimiento de los sistemas nacionales de Salud y de Educación, y sobre la marcha de la implementación del Código de la Niñez, Adolescencias y Juventudes, entre otros aspectos.
La vice primera ministra, Inés María Chapman, profundizó en la implementación del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, el Programa contra el Racismo y la Discriminación Racial, entre otros programas sociales.
En medio de tensiones económicas y retos estructurales, Jorge Luis Broche Lorenzo, miembro del Secretariado y Jefe del Departamento Económico Productivo del Comité Central del Partido, ofreció en una entrevista las claves sobre la estrategia de recuperación gradual de la economía y la visión política que la sustenta.
Desde el mismo nombre del “Programa de gobierno…” contiene el término “distorsiones”: ¿cuáles serían esas distorsiones fundamentales que este Programa busca corregir? ¿Hacia dónde está enfocado?
—Debemos remitirnos a diciembre de 2023, cuando el miembro del Buró Político del Partido y primer ministro Manuel Marrero Cruz, inicialmente en el pleno del Comité Central y luego en la Asamblea Nacional, informó al pueblo cubano sobre la proyección del gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía en el escenario de “economía de guerra” que vive la nación.
En ese marco, el Primer Ministro dejó claro un conjunto de distorsiones presentes en la economía nacional que era necesario atender de manera inmediata para frenar los efectos de las agresiones permanentes derivadas del bloqueo económico y de insuficiencias internas. Teníamos que implementar un conjunto de acciones que nos permitieran detener el decrecimiento económico, ajustar lo necesario y reimpulsar la economía a futuro.
Estas distorsiones y sus posibles soluciones, que fueron debatidas con la militancia del Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas y los trabajadores, abarcan, de manera general, los siguientes aspectos:
1. Las relacionadas con la macroeconomía, recogidas en el objetivo número uno del Programa.
2. Lo concerniente a los ingresos externos y lo que obstaculiza la captación de divisas, vinculado al objetivo número dos.
3. La distorsión en las relaciones entre los actores económicos, que hoy frena el papel fundamental de la empresa estatal, el rol complementario de los actores económicos no estatales y sus correctas interrelaciones. Siendo esta una distorsión que no se manifiesta de la mejor manera, ni responde a lo que demandan los procesos económicos y sociales.
4. La mirada territorial, es decir, la estrategia de desarrollo territorial, donde el territorio es un elemento esencial en la transformación que buscamos.
5. La institucionalidad: el papel del gobierno y de los organismos de la Administración Central del Estado, que es necesario fortalecer para enfrentar estos procesos.
6. Los temas vinculados al delito, la corrupción y la ilegalidad, presentes en la sociedad; problemas que no deseamos, por lo que debemos diagnosticar permanentemente, trabajaren su prevención, enfrentándolos con rigor.
7. Las políticas sociales como elemento esencial en la construcción socialista. Si bien hemos avanzado en su concepción en la última etapa y contamos con programas sociales, en los resultados actuales debemos dar un salto superior.
8. El Sistema Eléctrico Nacional. Recordemos que Lenin fue claro en esto: el comunismo en aquellas condiciones se traducía como poder de los soviets más la electrificación del país. Si nuestro sistema eléctrico no se reactiva al nivel que demanda la gestión económica, costará trabajo avanzar en el proceso de construcción socialista. Existe un programa para su reanimación, que requiere una mirada particular. En este diagnóstico, un paréntesis para destacar los pilares de la gestión del gobierno —que después pasó a ser de gestión del Partido y del Estado cubano— con los temas y problemas que atiende, con una mirada particular hacia la ciencia y la innovación como fuerza transformadora de la sociedad, con énfasis en la transformación digital y la inteligencia artificial.
9. Y la comunicación social, con especial atención a la comunicación política.
Se pueden resumir así los elementos esenciales que el Primer Ministro anunció como aquellas distorsiones presentes en la economía. Si se va al documento, se particulariza cada una de estas, definiendo lo que se pretende transformar con este Programa.
Primero fueron concebidas como proyecciones, después, tras una implementación en 2024, se consolidó un sistema de trabajo a partir de la consulta a académicos y expertos, se enriquecieron los objetivos generales, se construyeron objetivos específicos, se ampliaron los indicadores y las metas, y fue así que se construyó lo que tenemos hoy: un “Programa de gobierno para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”.
En los últimos tiempos hemos visto una serie de programas, lineamientos y documentos enfocados hacia los principales problemas de nuestra economía: ¿qué podríamos marcar como novedoso de este Programa? ¿Qué lo diferencia y distingue de esos otros documentos trazados en estos últimos años de crisis marcada por la pandemia hasta acá? ¿Qué mecanismos específicos lo pueden hacer más efectivo?
—La pregunta es muy interesante. Cuando se analiza la matriz de ataque de los enemigos de la Revolución, hay un elemento común: se refieren a “paquetazos” o califican de como “aisladas” a las medidas que toma el gobierno cubano para enfrentar el escenario complejo. Lo primero que debemos explicar es la naturaleza de este Programa. Para entenderla, es imposible desvincularlo del desarrollo histórico de la Revolución. No es algo creado para una coyuntura específica, sino que forma parte de una lógica en el proceso de desarrollo.
En el diseño de la actualización del modelo económico y social cubano, tenemos documentos rectores que hemos aprobado y sometido a consulta popular, alcanzando un consenso mayoritario. Esto no es solo desde el Sexto Congreso. Si se va a las bases de los documentos aprobados entonces, tienen un recorrido lógico desde el Primer Congreso del Partido hasta la fecha. Las tesis y resoluciones de ese primer congreso, transitando por el Programa del Partido y el Concepto de Revolución del Comandante en Jefe, han sido elementos esenciales que nos llevaron a los documentos rectores de hoy.
Me refiero a la conceptualización del modelo económico y social cubano de desarrollo socialista; los lineamientos de la política económica y social del partido y la Revolución; el plan nacional de desarrollo económico y social hasta 2030; y a corto plazo, el Plan de la Economía y el Presupuesto del Estado.
La interrelación entre todos estos documentos es lo que le da robustez al Programa de gobierno. Este es un elemento que impulsamos en la coyuntura actual, que tiene expresión en aquellos documentos rectores y que juega un rol en ese diseño. No son medidas aisladas, responden a una lógica construida entre todos para alcanzar la visión de nación deseada. Para explicarlo mejor:
• La Conceptualización del Modelo define lo que queremos ser y por qué. Es un documento escrito en tiempo presente para un horizonte futuro, que nos permite no apartarnos del camino del socialismo. Se actualiza congreso tras congreso.
• Las directrices políticas están en los Lineamientos, y la materialización práctica en el Plan Nacional de Desarrollo 2030. Ambos definen el mediano plazo y también se actualizan.
• El Programa de Gobierno está en el corto plazo —aproximadamente un año—y se actualiza anualmente. Su ejecución práctica se refleja en los planes de la economía y el Presupuesto del Estado, este último que se aprueba como ley cada año.
En esta arquitectura, el Programa de gobierno identifica, en el escenario actual de “economía de guerra”, aquellos elementos que debemos estremecer y transformar para corregir distorsiones, frenar el decrecimiento y reimpulsar la economía. El objetivo final es alcanzar las metas del Plan Nacional de Desarrollo, materializar las directrices de los Lineamientos y conseguir la visión de nación de la Conceptualización. Entendiendo esta lógica, es imposible aceptar que se trate de un “paquetazo” o “sumatoria de medidas”.
El Programa está constituido por un conjunto de 10 objetivos generales, 106 objetivos específicos, 342 acciones, 264 indicadores y metas que tributan a elementos expresados en los documentos que rigen la actualización del modelo económico y social de desarrollo socialista cubano y que, en los momentos actuales, necesitamos fortalecer su concreción. (Cubaminrex / Embacuba Paraguay)
