El líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro, fue recordado hoy en esta capital con inmensa gratitud, amor eterno y un cerrado aplauso, en ocasión del noveno aniversario de su paso a la inmortalidad.
La sede de la Embajada de Cuba aquí fue el escenario donde cubanos y vietnamitas rindieron tributo de recordación a quien el ex viceministro permanente de Relaciones Exteriores Nguyen Dinh Binh definiera como “un hombre único en el mundo, un amigo sincero y un ser humano excepcional”.
El también exmiembro del Comité Central del Partido Comunista de Vietnam exaltó asimismo el talento, la valentía, el heroísmo y la enorme contribución del Comandante en Jefe a la revolución mundial y la solidaridad internacional.
Dinh Binh rememoró su presencia como intérprete de una delegación vietnamita en el acto conmemorativo del séptimo aniversario del triunfo de la Revolución cubana, el 2 de enero de 1966, cuando Fidel Castro pronunció su imperecedera frase: por Vietnam, estamos dispuestos a dar hasta su propia sangre.
El exdiplomático y egresado de la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana dijo atesorar también los recuerdos de aquellos días de septiembre de 1973 cuando acompañó en su primera visita a Vietnam y a los territorios liberados del Sur al líder cubano, “a quien admiré mucho y todos recordamos con gratitud y amor eterno”.
En el encuentro participó asimismo el ex jefe del Departamento América del Ministerio de Relaciones Exteriores Nguyen Xuang Phong, quien inició sus palabras afirmando que “somos, sobre todo, cubanos de corazón”.
Xuang Phong reiteró el gran amor, respeto y admiración que el pueblo vietnamita y sus líderes sienten por Fidel Castro, “un revolucionario de talla mundial y un gran amigo, leal y consecuente de nuestro pueblo y su causa revolucionaria”.
El también graduado en Cuba significó que su trabajo en el Frente Nacional de Liberación de Vietnam del Sur le permitió entender mucho mejor el significado que para ellos tuvo el hecho de que la isla fuera siempre abanderada de la solidaridad mundial con la nación indochina durante la agresión estadounidense.
Comentó, además, que en 1968 cuando se iniciaron las negociaciones con Estados Unidos el Comandante en Jefe entendió que Vietnam no cedía, sino que abría otro frente de lucha, y demostró una confianza absoluta en la firmeza revolucionaria y la inteligencia de la dirigencia vietnamita, a la que jamás dudó en apoyar.
En el acto, que comenzó con un minuto de silencio en honor a las más de 100 víctimas causadas en los últimos días por los desastres naturales acaecidos en la región central de Vietnam, el embajador cubano, Rogelio Polanco, recordó que “ya estamos en el año del Centenario de Fidel”.
Hoy, enfatizó Polanco, no es un día luctuoso, sino una fecha para conmemorar la victoria de nuestros pueblos, inspirados en el ejemplo del presidente Ho Chi Minh y el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro.

