El Flaco, Van Van y los días de gloria

La muerte de la legendaria figura golpeó hondo a sus compañeros de la orquesta y al público que lo recordaba en acción durante aquellos grandes bailables populares que ponían a reventar varias provincias de Cuba.

La fórmula la conoce cualquiera. Un cóctel de ritmos contagiosos  que nos remueve de los pies a la cabeza y convierte a los bailadores en infatigables  criaturas que comparten el sudor, el placer, y la afición por la música popular de altura. La «culpable» de haber creado canciones que calientan el pecho, el corazón y los pies ha sido durante décadas esa infalible maquinaria rítmica que es  Van Van.

Y la agrupación, se sabe, ha tenido varias épocas memorables en las que ha logrado mover hasta a  una estatua en los escenarios cubanos e internacionales. Y entre  sus años de esplendor aparece la década de los años 80, cuando el cantante Mario Luis Valdés salía a defender la primera línea de la alineación fundada por Juan Formell.

El «Flaco», su nombre de guerra, murió hace apenas tres días a los 68 años en La Habana. La noticia, como era de esperar, golpeó hondo a sus compañeros de la orquesta y al público que lo recordaba en acción durante aquellos grandes bailables populares que ponían a reventar  varias provincias de Cuba y que algunos no dejan de recordar con nostalgia.

En esa época de pepillos con camisas «Manhattan», pantalones acampanados o estrechos y radios Selena en los hombros, Mayito cobró notoriedad con clásicos como Ya tu campana no suena, Recaditos no, De 5 a 7, y Se muere de sed la tía.

El cantante, nacido La Habana en 1948 e  ingeniero civil de profesión,  mantuvo la tradición de los intérpretes cubanos que, a pesar su formación auto didacta,  desarrollaron  el don de darle relumbre a las pistas de baile y transformarse en figuras clave  de la música cubana y de sus distintas agrupaciones.

El cantante, tras dejar las filas de Van Van en 1993 (fue sustituido por Mario Rivera)  se unió a  la orquesta La nueva justicia, liderada por ese símbolo que es Pedrito Calvo, con quien compartió durante días y noches la gloria vanvanera.

Al divulgar la noticia del fallecimiento de uno de sus cantantes más notorios, Los Van Van le hicieron honor a los méritos del  «Flaco» con las palabras que publicaron en su página oficial de la red social Facebook: «Como todo Van Van, siempre estarás en la memoria de este pueblo cubano, al que hiciste bailar y disfrutar de tus interpretaciones. Descanse en paz», dijeron sus compañeros del grupo para despedir a este cantante que durante años encendió el termómetro de los bailadores y alegró a los cubanos.

 

Y eso, sin duda,  todos lo agradecen (Granma).

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