73 AGNU: Intervención de Cuba en las negociaciones intergubernamentales para la Reforma del Consejo de Seguridad. Nueva York, 25 de febrero de 2019.

Co-presidentes:

Agradecemos la convocatoria a esta reunión y concentraremos nuestra  intervención en los elementos incluidos en la carta de los Co-Presidentes, fechada el 18 de febrero de 2019.

Antes de abordar los elementos que proponen en su carta, reiteramos que el proceso de reforma del Consejo de Seguridad debe estar basado en un enfoque integral y amplio, que aborde todas las cuestiones sustantivas relacionadas con los cinco temas claves, a saber: la cuestión de la membresía, el número de miembros, la representación regional, los métodos de trabajo y el proceso de toma de decisiones, incluido el veto.

Toda la documentación resultante del proceso de negociaciones de años anteriores es útil, al igual que las posiciones que como Estados Miembros hemos expresado desde los inicios del proceso.

En relación con los tres grupos temáticos sobre categoría de miembros, representación regional y cuestión del veto, enunciados en su carta, reiteramos: 

Apoyamos una ampliación del Consejo de Seguridad, tanto en la categoría de miembros permanentes como no permanentes, con el objetivo de rectificar la insuficiente representación de los países en desarrollo.

La ampliación debería incluir un incremento en la categoría de miembros permanentes, como mínimo 2 países en desarrollo  de África, 2 de Asia y 2 de América Latina y el Caribe. Cuba siempre se ha opuesto a la existencia del derecho de veto. Sin embargo, mientras no se elimine, los nuevos puestos que se creen en la categoría de miembros permanentes deben tener las mismas prerrogativas y derechos que los actuales, incluyendo el poder de veto.

De no ampliarse la categoría de miembros permanentes y hacerlo solo en el número de puestos no permanentes, se ampliaría aún más la brecha existente entre miembros permanentes y no permanentes; aumentaría la desproporción entre la representación de países desarrollados y países en desarrollo en el Consejo; el cual sería aún menos representativo, y por tanto, menos legítimo y efectivo.

 La categoría de miembros no permanentes debería ampliarse al menos hasta 15 miembros.

Cuba no favorece la creación de nuevas categorías o subcategorías de miembros pues ahondarían las diferencias existentes y fomentarían la división al exterior del Consejo de Seguridad.

Cuba defiende que la ampliación del Consejo  debería alcanzar, no menos de 26. Solo con esa cifra la proporción entre miembros del Consejo de Seguridad y la de Estados miembros de la ONU al menos se acercaría a la proporción que tenía al ser fundada la Organización.

Para concluir mi delegación reitera que este proceso de reforma debe ser conducido por los Estados Miembros y caracterizase por ser inclusivo y participativo. Todas las posiciones deben ser tenidas en cuenta en igualdad de condiciones. El proceso debe gozar de la mayor aceptación posible de los Estados Miembros.

Reiteramos que los principios fundamentales subyacentes a la reforma del Consejo de Seguridad deben continuar guiando el proceso de negociaciones. 

 

Misión Permanente de Cuba ante Naciones Unidas.