El Centro de Estudios y Formación Marxista (CEFMA) cerró el 2016 con una sentido homenaje al líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz. Se recordó, en la jornada, más que su desaparición física, su vida. Las palabras del destacado politólogo y sociólogo Atilio Borón inundaron la sala con la maestría, la naturalidad y la honestidad que lo caracteriza, para hablar (una vez más) de Fidel, el líder y gobernante latinoamericano, que a su juicio más ha incidido en los últimos tiempos en la geopolítica de América Latina. No es la primera vez que Atilio habla sobre Fidel desde el fatídico 25 de noviembre pasado, la muerte del Comandante lo sorprendió en Cuba, y canceló su boleto de vuela a Buenos Aires, se quedó en Cuba como buen amigo a estar con Fidel hasta la victoria siempre.
Patricio Echegaray fue otro de los panelistas de la noche, como lo fuera hace pocos días en el Instituto Patria. Todo homenaje a Fidel resulta poco y siempre falta algo por decir, a todos nos queda esa sensación. Y es que Fidel fue universal, un hombre con una preclaridad tremenda, y eso quedó claro con los ejemplos que Echegaray citó. Fidel, al decir de Echegara, fue grande por muchas cosas, pero sobre todo porque fue un gran humanista, un hombre que supo entender su tiempo e imbricar la Revolución cubana y su carácter social con el sentido de nación del pueblo de Cuba.
Por la Embajada de Cuba participó del panel la Tercera Secretaria, Yadira Álvarez Varada, quien se refirió a la presencia de Fidel en cada uno de los frentes de la Revolución, en la cultura, en la educación, el deporte, la ciencia… en la vida de cada uno de los cubanos, en sus improntas, y en el continente Latinoamericano. Enfatizó en la presencia del pensamiento martiano en Fidel como base fundamental de su profundo humanismo. Y en tal sentido recordó que el último discurso público del Comandante durante el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba, desbordó la preocupación por lo nacional para emitir una reflexión por el destino de la Humanidad, el mantenimiento de la paz, la justicia social y el problema de la alimentación a nivel mundial.
Solo Fidel en su inmensidad sería capaz de preocuparse hasta el último minuto por su prójimo y por el mundo. Qué líder del siglo XX y lo que va del XXI ha hecho más por Cuba, por la paz mundial, en especial por la integración y la paz en América Latina. Un hombre como este se merece toda la gloria del mundo mas prefirió que toda ella se depositara humildemente en un grano de maíz.
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