La Asociación Plurinacional de Estudiantes y Graduados Ecuatorianos en Cuba “Eloy Alfaro” demanda el fin inmediato del genocida bloqueo estadounidense contra Cuba

NO MÁS VIOLENCIA CONTRA EL PUEBLO CUBANO.

Nos aproximamos al segundo año de pandemia por COVID-19, tenemos la certeza que nuestras diferencias como humanidad, pierden sentido a medida que millones de vidas se apagan sin distingos étnicos, religiosos, de género, ni políticos. La muerte llega y el dolor para quienes quedamos se imprime con la misma intensidad.

A pesar que la lucha contra el coronavirus debería ser la prioridad de todos los gobiernos en el mundo, el carácter genocida del bloqueo económico impuesto por EE.UU. a Cuba, se ha reforzado en medio del enfrentamiento a la pandemia. El país norteamericano se vale del bloqueo, y en particular de su componente extraterritorial, para privar deliberadamente al pueblo cubano de ventiladores pulmonares mecánicos, mascarillas, kits de diagnóstico, gafas protectoras, trajes, guantes, reactivos y otros insumos necesarios para el manejo de esta enfermedad.

Los efectos del bloqueo contra Cuba también se aprecian en las limitaciones que enfrenta el país para acceder a instrumental necesario durante el proceso de vacunación de la población cubana. El bloqueo niega, además, el acceso a tecnologías médicas de procedencia estadounidense o con más de un 10 por ciento de componentes provenientes de ese país, lo cual tiene impactos negativos en la atención a la salud de los cubanos.

Durante el 2020 Washington intensificó las campañas para desacreditar y obstaculizar la cooperación médica internacional que Cuba ofrece, divulgando calumnias y llegando al extremo de exigir a otros países que se abstengan de solicitarla, lo cual resulta incoherente e inhumano en la actual coyuntura internacional.  

Quienes tuvimos el privilegio de vivenciar nuestra profesionalización en la hermana isla de Cuba, conocemos con rigurosidad el sentido y valor de la palabra solidaridad. Un concepto que creemos debe ser universal para la coexistencia pacífica entre nuestras sociedades.

En consecuencia, consideramos inadmisible que en medio de la amenaza de extinción que atraviesa la humanidad, se radicalice y de continuidad a una guerra económica iniciada y postergada por Estados Unidos contra el pueblo cubano.

Cuba en las últimas seis décadas ha sabido compartir con el mundo sus riquezas representadas en educación, ciencia y salud, priorizando su apoyo para las sociedades precarizadas de los países denominados como del tercer mundo, y así mismo, de forma indiferente ha sabido extender su mano incluso a quienes le hostigan sediciosamente para desacreditar su valía como nación independiente.    

El bloqueo constituye una violación masiva, flagrante y sistemática de los derechos humanos de todas las cubanas y cubanos. Es el sistema de medidas coercitivas unilaterales más complejo y prolongado que se haya impuesto contra país alguno. Por su declarado propósito y el andamiaje político, legal y administrativo en el que se sustenta, califica como un acto de genocidio a tenor de la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio de 1948. El bloqueo es también un acto de guerra.

A precios corrientes, los daños acumulados durante seis décadas de aplicación de esta política ascienden a más de 144 mil millones de dólares (hasta marzo de 2020).

Con la administración de Donald Trump se evidenció un serio retroceso en las relaciones bilaterales Cuba-Estados Unidos y un progresivo recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero. En 2020 (marzo de 2019-abril de 2020) por primera vez en seis décadas esta política hostil provocó a Cuba pérdidas superiores a los cinco mil millones de dólares en un año.

En este período, las numerosas regulaciones y disposiciones emitidas por el gobierno de los EE.UU. contra Cuba alcanzaron niveles de hostilidad sin precedentes. Esta legislación constituye una afrenta a los principios del Derecho Internacional y a las normas internacionales de comercio, algunos ejemplos significativos son:

  • La posibilidad de establecer demandas al amparo del Título III de la Ley Helms-Burton;
  • El incremento de la persecución de las transacciones financieras y comerciales de Cuba;
  • La prohibición de vuelos desde EE.UU. hacia todas las provincias cubanas, con excepción de La Habana;
  • La persecución e intimidación a las empresas que envían suministros de combustible a Cuba, 
  • Intensificación de la campaña de descrédito contra los programas de cooperación médica cubana.

Todas estas medidas impactan fuertemente en las actividades económicas de Cuba, en particular, las relacionadas con operaciones de comercio exterior y las inversiones extranjeras. Ningún ciudadano o sector de la economía cubana escapa de las afectaciones derivadas del bloqueo. Es por ello que esta política unilateral constituye el principal obstáculo para el desarrollo del país.

A pesar de sus acciones, el gobierno de los EE.UU. no ha podido evitar que más de 4 mil colaboradores cubanos, organizados en 57 brigadas médicas, contribuyan en la lucha contra esta pandemia en 40 países. El bloqueo tampoco ha impedido que en Cuba se hayan desarrollado 5 candidatos vacunales para contrarrestar a la Covid-19, con excelentes resultados que, una vez más, ratifican los avances de la biotecnología y de la ciencia en general en Cuba.

Por primera vez en 23 años, el 2 de mayo de 2019 se iniciaron procesos legales al amparo de la Ley Helms-Burton. Esta política ha afectado a empresas estadounidenses y de terceros países que han realizado o realizan negocios con Cuba, siendo una evidencia más que refuerza el carácter extraterritorial del bloqueo.

En el contexto actual de la lucha contra la pandemia de la COVID-19 han sido numerosas las voces que en el mundo han condenado esta política, toda vez que su impacto resulta mucho más doloroso en esta situación de crisis sanitaria internacional. Los EE.UU. han ignorado las 28 resoluciones adoptadas por la Asamblea General de la ONU que condenan el bloqueo, así como las numerosas voces que, dentro y fuera del territorio estadounidense, abogan por el fin de esta política. En la actual coyuntura se impone con más razón que nunca, que la comunidad internacional exija el levantamiento del bloqueo impuesto por el gobierno de los EE.UU. contra Cuba.

Desde Ecuador, la Asociación Plurinacional de Estudiantes y GraduadosEcuatorianos en Cuba “Eloy Alfaro”, acudiendo al carácter universal de humanidad que debe caracterizar a las personas que trabajamos a diario por la paz mundial, y tomando como referencia la dolorosa experiencia que enfrentamos desde hace ya un año y medio de lucha contra la pandemia, nos exige denunciar lo irracional e inhumano de sostener una guerra económica contra el pueblo cubano, que está siendo sometido a enfrentar la pandemia contra el COVID19 en desventaja total al compararlo con los países de la región y el mundo.

Por lo tanto, hacemos un llamado al presidente electo del país, el Sr. Guillermo Lasso, así como a los funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, para que Ecuador mantenga su tradicional postura y respalde la resolución que el próximo 23 de junio la delegación cubana presentará en la Asamblea General de la ONU, sobre la necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de los EE. UU contra Cuba.

Hoy más que nunca, la hermandad entre las naciones del mundo, es el acto más eficaz para resistir a la inclemencia del COVID19.

 

DIRECTIVA NACIONAL DE LA ASOCIACIÓN PLURINACIONAL DE ESTUDIANTES Y GRADUADOS EN CUBA “ELOY ALFARO”

Categoría
Bloqueo
Solidaridad
RSS Minrex