El amor los unió en matrimonio. Hoy se encuentran en Argelia desafiando una situación compleja y desconocida: ayudan a luchar contra la Covid-19. Mariela González Medina (MG) es ginecobstetra y Luis Emilio Valdés Salgado (LE) está en funciones de neonatólogo y pediatra.
LE: Ella trae la vida al mundo, cuida de la madre, me entrega al bebé y yo me encargo de su cuidado y de poner nuevamente a ese bebé en las manos de su madre. La población argelina se ha mostrado muy agradecida y satisfecha ante nuestro trabajo, e incluso, hemos podido constatar que aplican lo que les hemos enseñado.
Las personas confían en nuestros conocimientos y criterio médico. Es muy gratificante para nosotros que en múltiples ocasiones al llegar del trabajo varias personas nos expresan gratitud y reconocen nuestra labor, gestos que se han incrementado en el comienzo de la pandemia.
MG: En el transcurso de nuestra misión cumplimos con nuestro deber. No nos amilanamos en nuestra labor como médico, pero consideramos que estamos ante una situación compleja y desconocida, razón por la cual tenemos presentes el riesgo que ofrece la Covid-19, con su elevado porciento de pacientes asintomáticos y su alta transmisibilidad.
Nos capacitamos, cumplimos con las normas de protección personal, enfatizando sobre todo en el lavado de manos y en el uso del nasobuco, así como en los procesos de desinfección, haciendo de esta actividad una rutina diaria, con una férrea disciplina tanto a la salida de nuestras viviendas, en el tránsito al policlínico, a nuestra llegada a las consultas y el retorno a la casa.
En medio de tanta tragedia siempre hay una luz, un motivo para sonreír, para ser valientes y seguir salvando vidas.
LE: Nuestra mayor anécdota y que resulta muy gratificante en medio de estos tiempos de pandemia es ver la alegría y la felicidad de una madre al dar a luz a su hijo, en medio de tanto dolo y tantas pérdidas de vidas humanas. Eso nos reconforta y nos da la fuerza necesaria para seguir adelante en situaciones tan complejas como esta.
Miles de personas falleciendo en el mundo y nosotros aquí en medio de este desierto trayendo vidas y alegría a la familia argelina. Esas son nuestras mayores y mejores anécdotas, nuestro trabajo día a día.
Nosotros nos cuidamos mutuamente, pero es más bonito ver cómo nuestra familia, nuestros hijos nos piden que nos protejamos y que regresemos sanos y salvos a nuestra querida Cuba.
Tomado de Juventud Técnica